La de los matsés es una historia de paciencia. Los jefes de esta comunidad nativa ubicada en Requena (Loreto), cerca del límite con Brasil, solicitaron en 1996 la creación de una reserva comunal. Revisaremos el caso, les dijeron en el ahora desaparecido Inrena. Años después insistieron y les dieron la razón.
Faltaba el visto bueno del Ministerio de Agricultura. Lo analizaremos, les respondieron. Pero antes de terminar el 2007 dos cartas de Perú-Petro sacaron del reposo a la comunidad: el Estado había concesionado dos lotes petroleros (135 y 137) que se superponían a sus territorios.
Tampoco entonces los matsés perdieron la paciencia. Persistieron. Y esta vez su pedido llegó al nuevo Ministerio del Ambiente. El último miércoles —luego de varios análisis que incluyeron la presentación de un inventario biológico elaborado por The Field Museum of Chicago— el Gobierno aprobó, tras 13 años de incontables solicitudes, la creación de la Reserva Nacional Matsés.
La reserva abarcará 420.635 hectáreas de los distritos de Yaquerana y Soplín, en la provincia de Requena. Sus bosques cobijan a 65 especies de mamíferos y 416 de aves. “El área incluye una densidad impresionante de primates mayores”, se lee en la exposición de motivos para fundamentar la creación de esta reserva.
Además, señalan un dato importante y ajeno a muchos lugares de la Amazonía: “La comunidad de mamíferos en la zona parece estar excepcionalmente intacta, sin indicadores de impactos de cacería, contando con poblaciones extensas de venados y sachavacas”.
Para el Ministerio del Ambiente, la proximidad de la reserva a las tierras de los matsés contribuirá a la conservación de los recursos existentes y permitirá a la población continuar con el aprovechamiento sostenible.
Sobre los lotes petroleros concesionados, el Ministerio del Ambiente ha dicho que con la creación de la reserva se garantiza un mayor celo y control del impacto ambiental. A los matsés la explotación de hidrocarburos no los convence.
Con esta reserva —y la también creada Área de Conservación Regional Vilacota Maure, en Tacna— suman 66 las áreas naturales protegidas en el país, y representan el 15% del territorio nacional.
“El establecimiento de estas áreas naturales protegidas responde a las necesidades de la población asentada en esas zonas, de contar con áreas naturales que contribuyan a la conservación de los recursos naturales, involucrando en esta labor a las comunidades nativas y locales, así como a la promoción del turismo responsable con el ambiente, trayendo desarrollo sostenible para las comunidades”, dice Luis Alfaro, jefe del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas del Estado (Sernamp).
Tacna ya tiene también su área protegida El Área de Conservación Regional Vilacota Maure comprende una superficie de 124.313 hectáreas en los distritos de Palca (provincia de Tacna); Susapaya, Ticaco y Tarata (Tarata); y Candarave, en el departamento de Tacna.
El objetivo: conservar los ecosistemas altoandinos, como las poblaciones de suri (avestruz andino), y la vegetación como reguladores del régimen hidrológico en la cuenca del río Maure.
Fuente:El comercio.