Recordó que en lo que va del año se ha puesto en valor y abrierto al público la huaca Las Balsas, del complejo de las Pirámides de Túcume, así como de los complejos arqueológicos Ventarrón y Collud, ubicados en el distrito de Pomalca. “Lambayeque registra un promedio de estadía de los visitantes de 1.5 días y podríamos llegar a cerrar el año con dos días de permanencia”, señaló el funcionario en diálogo con la agencia Andina.

 

Agregó que si en la visita a las Pirámides de Túcume el turista se demoraba dos horas, ahora requerirá de cuatro a cinco horas para recorrer el circuito interactivo en la huaca Las Balsas. Hoyos indicó que se tendrá que ingresar a Ventarrón cada vez que se vaya al complejo arqueológico Huaca Rajada-Sipán.

 

“Se podría tomar el circuito Zaña-Ventarrón-Huaca Rajada-Chaparrí. Hay una combinación de circuitos que se está definiendo a través de un estudio que es financiado por la cooperación internacional Swiss Contact”, refirió.

 

Dijo que en las próximas semanas será presentado públicamente dicho estudio, que se convertirá en una herramienta importante para atraer más turistas. Por último, sostuvo que Lambayeque busca impulsar su gastronomía, además de ofrecer una variada oferta de turismo de arqueología (Sipán, Sicán) y de naturaleza (reserva privada de Chaparrí, santuario de Pómac y reserva de Laquipampa.

 

“La gastronomía puede significar que el turista se quede un día más solamente por ir a degustar exquisitos platos lambayecanos", puntualizó. El seco de cabrito, arroz con pato, espesado, chirimpico, cabrito a la chiclayana, tortilla de raya son algunos potajes lambayecanos.

 

Entre sus postres destaca el king kong, galletas rellenas con manjar blanco y dulces de piña y maní.