Al mismo tiempo, dijo, es el reconocimiento a la riqueza patrimonial cultural de nuestro país, y a la labor de los investigadores, arqueólogos y capacidad técnica del Estado a través del INC.

 

“Significa posicionar la majestad arqueológica del Perú, su oferta cultural y turística, pero también que somos un potencial por descubrir todavía”, manifestó la funcionaria. Bákula explicó que al INC, como Estado, le corresponde seguir apoyando el trabajo extraordinario que realiza la arqueóloga Ruth Shady y su equipo de trabajo, pues el proyecto Especial Caral- Supe es una unidad ejecutora, con independencia técnica y administrativa, pero no de la política institucional.

 

"Lo que vemos hoy en día de Caral es resultado del esfuerzo del peruano de hace 5 mil años, y del siglo XX y XXI que es capaz de rescatar este complejo arqueológico para la humanidad".

 

Anunció que el Perú ha presentado a la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco las Ruinas de Pachacamac y el Capac Ñan, y como propuestas posibles, Kuellap, el Centro Histórico de Trujillo y Cajamarca.

 

La última vez que un patrimonio monumental peruano fue reconocido como patrimonio de la humanidad por la Unesco fue en el 2000, cuando Pampas de Jumana y el Centro histórico de Arequipa fueron admitidos como tales.

 

Los otros son: la ciudad del Cusco (1983), el Santuario Histórico de Machu Picchu (1983), el Parque Nacional de Huascarán (1985), el sitio arqueológico de Chavín (1985), la zona arqueológica de Chan Chan (1986), el Parque Nacional de Manú (1987), el centro histórico de Lima (1991), el Parque }}Nacional del Río Abiseo (1992) y las Líneas y geoglifos de Nazca (1994). Fuente: Andina