LOS TURISTAS DE CONVENCIONES SE QUEDAN SIETE DÍAS Y GASTAN EN PROMEDIO US$350 DIARIOS
Aunque su inauguración está prevista recién para mayo del año entrante, el futuro hotel Westin Libertador tiene ya una lista de solicitudes hasta el 2017 para realizar congresos y encuentros empresariales en su centro de convenciones, que podrá albergar –nada más y nada menos– a dos mil personas. “Es una piedra angular en nuestro negocio y creemos que jugará también un papel muy importante a largo plazo para San Isidro”, dice Paul Ingebretsen, gerente general del hotel.
Sus palabras no distan mucho del potencial que, en los últimos años, ha experimentado nuestra capital. Según la Asociación Internacional de Congresos y Convenciones (ICCA, por sus siglas en inglés), en el 2009 el turismo de reuniones –que incluye las actividades corporativas y no corporativas, como foros gubernamentales, congresos de colegios profesionales, entre otros– generó US$40 millones en ingresos para el país.
No obstante, lo cierto es que, en lo que respecta a este rubro del turismo, el Perú anda todavía en pañales. Arnaldo Nardone, director de Mice Consulting y flamante presidente de la ICCA, comenta que solo en Santiago de Chile se celebraron el año pasado 59 reuniones de este tipo y 83 en Buenos Aires (Argentina), mientras que en todo el Perú la cifra llegó apenas a 39.
ATRACTIVA PACHACÁMAC Para Carlos Canales, presidente de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), en la última década en el Perú se han invertido US$80 millones en infraestructura temporal para convenciones y congresos cuando “se hubiera podido construir un centro de convenciones que los albergue”.
Por ello, su entidad encargó a Mice Consulting elaborar un estudio para desarrollar un plan con el que se espera convertir a la capital y a ciudades del norte como Trujillo, Chiclayo o Piura en focos para estos eventos.
Canales señala que Pachacámac puede ser un excelente centro de convenciones fijo debido a que, en la ciudad, lugares como el Jockey Club o el Museo de la Nación no cuentan con la infraestructura necesaria para eventos de envergadura.
Al igual que en el resto de Latinoamérica, en el Perú el turista que asiste a convenciones gasta US$350 diarios y se queda 7 días en un país, según la ICCA. “De ellos, el 25% viene con acompañantes, que aportan al movimiento comercial turístico de un país”, sostiene Nardone.
Fuente: El Comercio