En medio de hermosos paisajes y localizado entre el desierto costero y los Andes se alza imponente Cerro Blanco, en Nasca, una gran formación de arena que con sus 2.070 metros es considerada “la duna más alta del mundo”, explica Carlos Muñiz en el blog Pura Aventura.
En tiempo de los incas Cerro Blanco fue un apu sagrado y hoy es un lugar ideal para la práctica de deportes de aventura como el parapente, la bicicleta de montaña y el trekking. Incluso se puede acampar sobre la cuesta de la montaña.
Sin embargo, lo mejor de este lugar es el espectacular escenario que la naturaleza nos regala para la práctica del sandboard, ese deporte de aventura que consiste en deslizarse sobre la arena con una tabla. “El descenso duró cuatro interminables minutos en los que el viento nos golpeaba el rostro a unos 80 kilómetros por hora. Cuatro minutos en los que la velocidad, el miedo y la adrenalina me ofrecían disfrutar del deporte y del lugar que me rodeaba. Una experiencia que nunca olvidaré” escribe Muñiz para explicar la experiencia de deslizarse sobre la cima de esta impresionante duna.
