El valle de Santa Eulalia es uno de los más populares debido a su cercanía a Lima –a 15 minutos desde Chosica– y sus clubes campestres con piscinas, áreas deportivas y restaurantes.

 

Santa Eulalia tiene un clima cálido que favorece el cultivo de la chirimoya, la palta y la manzana. Aunque se encuentre a 1.050 metros sobre el nivel del mar, este valle tiene montañas áridas y de fuerte pendiente, por lo que ofrece un buen terreno para quienes desean trotar.

 

De hecho, el domingo 10 de este mes, Santa Eulalia será sede de la primera fecha del Desafío Huarochirí, un campeonato de carreras de montaña que organiza Vértigo Perú por quinto año consecutivo. La primera fecha se inicia con dos carreras de 5 km y 15 km, en la que pueden participar corredores profesionales y aficionados.

 

Según Ricardo Rivadeneira, director de competencia de Desafío Huarochirí, en las ediciones anteriores de esta carrera han participado más de dos mil personas en su conjunto, que aunque no corran, buscan disfrutar del paisaje en familia. Tras la competencia, visite la Plaza de Armas de Santa Eulalia, donde se ofrecen frutas de la zona, miel de abeja y helados naturales de diversos sabores, entre los que destacan los de palta, aguaymanto y lúcuma.

 

 Si va en movilidad particular desde Lima, debe seguir por la Carretera Central hasta el km 36, en Chosica. A 10 minutos hallará un desvío a la izquierda que está señalizado e indica el camino a Santa Eulalia. También hay transporte público que parte de las plazas Dos de Mayo y Bolognesi, así como colectivos que se pueden tomar en el Paseo Colón, Orrantia con Javier Prado y el óvalo Santa Anita.

 

 MÁS ALTO El distrito de San Bartolomé, a la altura del km 56 de la Carretera Central, es otro destino frecuentado por los caminantes. Para llegar aquí en movilidad particular debe tomar el desvío al poblado Tornamesa (a la mano derecha del km 56).

 

Tras una marcha de dos kilómetros, que parte del centro del poblado, se llega a un mirador en el que se encuentran los restos arqueológicos de Chucuncuya. Desde allí es posible avistar el Bosque de Zárate, un bosque nublado seco que alberga pumas, venados y cóndores, al que se arriba aproximadamente en cinco horas de caminata.

 

En el paisaje de San Bartolomé predominan las tunas, debido a que los pobladores comercializan la cochinilla, un parásito que produce un tinte usado en la industria cosmética y textil. Este distrito tiene zonas para acampar, tres hospedajes y restaurantes en los que es recomendable degustar el cuy con maní y el cabrito.

 

San Bartolomé será sede de la segunda fecha de Desafío Huarochirí, que se realizará el 8 de julio con tres carreras: 5 km, 10 km y 21 km en rutas que ofrecen desniveles que oscilan entre los 1.600 metros a 2.700 m.s.n.m.

 

Un destino más desafiante es el distrito de San Pedro de Casta, en la cuenca media del río Santa Eulalia y a 3.200 m.s.n.m. El camino es una serpiente de tierra seca que suelen enfrentar ciclistas y caminantes que buscan llegar a la meseta de Marcahuasi.

 

En la ruta se puede apreciar la represa de Huinco, la central hidroeléctrica de Barba Blanca y el puente Autisha, donde se practica puenting al retar a un cañón de 100 metros de profundidad. En San Pedro de Casta solo hay dos hostales y se ofrecen implementos para acampar en Marcahuasi (bolsas de dormir, leña y alimentos). También hay dos restaurantes con comida típica, como pachamanca, cuy chactado y trucha. Para llegar aquí se requiere movilidad particular o tomar los colectivos desde Chosica.

 

El 12 de agosto este distrito será escenario de la última fecha de Desafío Huarochirí con carreras de 5 km y 15 km. Si ya se aburrió de trotar en asfalto, ya es hora de que visite estos tres destinos que Vértigo Perú busca consolidar como escenarios para la práctica de carreras de montaña sin salir de Lima.