HUARAZ
Flanqueado por imponentes nevados
Desde Huaraz, la Cordillera Blanca ofrece múltiples destinos. En la parte norte se encuentra el Parque Nacional Huascarán, y la laguna de Llanganuco es uno de sus principales atractivos. Desde la capital ancashina salen buses hasta este lugar. La entrada al parque cuesta S/.5. Le sugerimos hacer la caminata de regreso por el sendero de María Josefa, una trocha boscosa llena de cascadas. Lo más recomendable para hospedarse en esta zona es el Llanganuco Lodge, propiedad de Charlie Good. Tenga en cuenta que hay cerca de 16 diferentes caminatas de un día en esta zona.
Hacia el lado sur está la laguna de Churup, una de las más bellas y visitadas de la zona. Se ubica a unos 20 km de Huaraz, en la ruta a Llupa. El acceso se realiza desde el poblado de Pítec. En este sector vale la pena destacar dos hospedajes: The Way Inn y el Lazy Dog Inn, ambos abocados al manejo responsable de recursos y el respeto por el ecosistema. Desde estos dos albergues hay varias opciones de trekking. El Lazy Dog Inn cuenta con caballos.
TARMA
El valle de las flores y las cuevas profundas
Esta tradicional ciudad es un acogedor punto de partida para realizar variadas excursiones en la sierra central por fértiles valles de flores, pintorescos poblados de artistas y profundas cuevas como la de Huagapo. La oferta hotelera en la zona es buena, desde donde podrás comenzar las excursiones. Hay grandes y cómodos hoteles como Los Portales y también antiguas haciendas convertidas en hospedajes, donde se practica el turismo vivencial. Una de ellas es la hacienda Santa María, propiedad de la familia Velarde desde 1700. La casona está en el barrio de Saccsamarca, a 15 minutos de la ciudad, en la vía con dirección al hermoso Valle de las Flores. La otra es la hacienda La Florida, ubicada a unos seis km de Tarmacon dirección a Acobamba, muy conocida porque fue el escenario en el que el escritor Julio Ramón Ribeyro se inspiró para escribir “Silvio en el rosedal”. Por la ruta de Santa María puede partir al Valle de las Flores, a la ciudad inca de Tarmatambo, a la ciudadela de Chuyac, al Santuario de Pintish Machay (donde hay pinturas rupestres), hacia la ruta del Valle del Mantaro y a la construcción prehispánica de Yanacasha. En el caso de La Florida, puedes visitar el Santuario del Señor de Muruhuay, la gruta de Huagapo, el bosque de piedras de Huayllay y el poblado de artesanos textiles de San Pedro.
LUNAHUANÁ
Un valle de aventura e historia
Destino ideal para quienes buscan desconectarse de la capital sin viajar muchas horas, Lunahuaná dos horas y media de Lima) ofrece al visitante un abanico de opciones, entre las que podemos contar el ya clásicocanotaje por el río Cañete, los paseos en cuatrimotos, en bicicleta de montaña, a caballo, así como el canopy y el rapel. Mención especial merece la gastronomía local, en donde destacan los platos en base a camarones, así como la carapulca, el cuy y los chicharrones, platos que podrás degustar en restaurantes como Miski Tanta, Mi Rosedal, Refugio de Santiago y otros puntos. También puedes aprovechar tu estadía para visitar las bodegas de vino y pisco como Don Ignacio, Santa María, Los Reyes y La Reina, en donde tendrás oportunidad de probar y aprender más acerca de estas bebidas hechas a base de uva. Otros atractivos que se pueden visitar en los alrededores son el complejo arqueológico Incahuasi, el cual sirvió de base a los incas en el siglo XV; Pacarán, un pueblito ubicado a 10 km al este del valle en el que se puede pescar; así como Catapalla, poblado que cuenta con un particular puente colgante y en el que podrás pasear montando a caballo.
NASCA
Un desierto que mantiene su legado
Reconocidos por haber desarrollado una compleja red de acueductos y canales, los antiguos pobladores de Nasca tuvieron como eje administrativo al complejo de Cahuachi, un templo de corte piramidal en el que se han encontrado restos de vestimentas, así como vasijas y diversos instrumentos musicales.
Si deseas conocer más acerca de esta cultura, en el cementerio de Chauchilla podrás apreciar restos de momias, mientras que en las pampas de Nasca tendrás oportunidad de apreciar los geoglifos, dibujos gigantes que representan figuras de varios kilómetros de largo. Otro atractivo relevante es el acueducto de Cantalloc, el cual sirvió para desarrollar la cultura en un terreno árido y que funciona hasta el día de hoy.
Si lo tuyo va más por el lado de la aventura, podrás pasear por las dunas de la localidad manejando un arenero o en una 4×4. También podrás practicar el sandboard y el parapente en el Cerro Blanco, desde el cual se goza de una magnífica vista de Nasca.
En cuanto a gastronomía, el plato típico de la localidad es la charapana (en base a menudencia de res), la patita con maní y los tamales. Entre las bebidas figuran la popular cachina, el pisco y el vino.