El verde esmeralda del agua está rodeado de palmeras y huarangos, dunas de arena y distintas especies de aves –como patillos, garzas, cormoranes, entre otros- un paisaje que invita a la relajación, a la aventura y a la experimentación de diversas sensaciones.

 

Una de las opciones es navegar por la laguna en botes a pedales que se pueden alquilar desde 10 soles. Pero sin duda, esa aventura que muchos solemos buscar se puede encontrar subiendo a los llamados carros areneros, a los que se puede acceder pagando desde 40 soles por persona. De igual forma, están las tablas –el alquiler va desde 5 soles cada una- para la práctica del ‘sandboarding’ en las dunas.

 

CUIDADO DEL PAISAJE

Lo recomendable al ir –como en todo lugar turístico a visitar- es evitar la contaminación y seguir las pautas para cuidar el entorno. Y es que el agua de la laguna es artificial en un 60%, según dan cuenta los guías del lugar, debido a que desde 1985 se reporta la disminución del agua natural.

 

Común ha sido además escuchar de las propiedades medicinales curativas del barro la laguna, aunque recientemente las autoridades de la Dirección Ejecutiva de Salud Ambiental de Ica han recomendado no sumergirse en el agua.

 

Pasar una noche en este oasis es confortable por los restaurantes, bares y de por sí por el paisaje. Pero también es atractivo y misterioso, porque –a lo mejor, bajo la luna llena- se escucharán los cánticos de amor de esa bella doncella que se convirtió en sirena de tanto llorar por la muerte de su amado guerrero, la Huacachina.